Psicologia

¿Sufres ansiedad?

La ansiedad es una respuesta natural de nuestro organismo. Nuestro cuerpo está diseñado para responder “ponerse en alerta” ante los peligros. Se trata de una respuesta de supervivencia. Ante una amenaza, se producen una serie de cambios fisiológicos para poder huir o atacar.   El problema surge cuando esta respuesta que debería activarse solo ante un peligro vital, se instaura, se cronifica. Entonces es cuando la Ansiedad pasa a ser un problema y vivimos constantemente en alerta, como si estuviéramos envueltos en  una nube gris.

Ansiedad y miedo

Podemos decir que son emociones de la misma familia, pero no son exactamente lo mismo. Por ejemplo: El miedo es una emoción delimitada en el tiempo, una respuesta intensa, donde podemos identificar el origen “saber de lo que tenemos miedo”. En cambio, la ansiedad puede persistir en el tiempo a pesar que el origen del miedo ya no esté presente. Imagina por ejemplo que entran a robar en casa mientras duermes: Oyes ruidos, y ves a un par de ladrones en tu comedor. Lo más probable es que sientas miedo, quizás pánico. Lógico.

Los ladrones, al ser descubiertos, se marchan de casa. En principio el peligro ya no está presente (los ladrones no están) pero muy probablemente la sensación de ansiedad, de desasosiego te acompañe durante un tiempo. Quizás te cueste dormir, pensando que van a entrar a robar, quizás revives en tu mente una y otra vez ese momento traumático para ti, puede que  sientas mareos, se acelere tu corazón sin motivo alguno o te sientas más irritable que de costumbre. Si pasa el tiempo y sigues sintiéndote de esta forma, lo más probable es que estés sufriendo ansiedad.

Otras veces, un trastorno de ansiedad se genera por “acumulación”. El estrés laboral, la falta de descanso, conflictos o decisiones pendientes, acaban por desbordar nuestra capacidad de adaptación y aparece el trastorno.

¿Cómo se manifiesta la ansiedad?

Nuestro organismo tiene diferentes formas de reaccionar ante lo que supone un peligro (ya sea real o imaginario, puntual o duradero). Podemos agrupar los síntomas en diferentes grupos:

Físicos: Se te acelera el pulso (taquicardia), te falta el aire, tensión muscular, temblores, notas que se duermen las extremidades, mareos, no puedes dormir, o te despiertas con un sobresalto, sientes un nudo en el estómago o quizás comes de forma compulsiva. Tal vez has perdido el apetito.

Cognitivos: Si no dejas de darle vueltas a pensamientos negativos, que se repiten, sientes miedo, te cuesta concentrarte, tienes sensación de pérdida de control, ganas de huir, malestar constante sin motivo concreto, no te reconoces, dudas ante todo,..

Conductuales: Quizás ese miedo te haga dudar de tu capacidad. Evitas situaciones que te generan ansiedad, no puedes estar quieto/a, necesitas repetir más de lo habitual las cosas para saber que las has hecho bien,..

A largo plazo, la ansiedad no solamente afecta la calidad de vida y salud mental, también empeora nuestra salud física. Se altera nuestro sistema nervioso y se libera Cortisol y Adrenalina. A largo plazo, es estrés sostenido puede producir problemas digestivos, coronarios, musculares,..

La ansiedad es un problema, es un trastorno cuyas causas- síntomas y consecuencias están estudiadas ampliamente desde la psicología.

Un tratamiento te ayudará a entender qué te ocurre, cuales son los motivos y te facilitará las herramientas para poder afrontar y gestionar la respuesta de ansiedad.

Eva Juni

www.evajunipsicologia.com

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